Conoce la historia cardiaca de tu familia

Un historial de enfermedades cardiacas en tu familia puede incrementar el riesgo de que tú o tus hijos hayan heredado problemas similares. Hoy te decimos qué debes de considerar en tu historia familiar para estar preparado.

Empieza con tu familia más cercana

 

Lo primero que debes comunicarle a tu médico es la historia de salud de corazón de tu familia más cercana e inmediata. Esto abarca hermanos, padres y abuelos. Es importante saber si alguno de ellos tuvo ataque cardiaco o alguna enfermedad del corazón y en qué edad se presentó.

 

La historia médica de tus tíos también puede ser relevante, así que, si la tienes, compártela también con tu médico.

 

Toma precauciones

 

La estadística demuestra que es posible que algún familiar cercano haya presentado problemas cardiacos de algún tipo, pero esto no quiere decir que una enfermedad del corazón esté presente de forma inminente en tu vida. Sin embargo, saber este tipo de información puede ser un buen indicador de a qué se le debe prestar atención para cuidar de la salud en el futuro.

 

En cualquier caso, existen factores de riesgo que están en tu control y otros que no.

 

Factores de riesgo que están en tu control

 

  • Fumar
    Fumar cuadruplica tu probabilidad de desarrollar una condición cardiaca, tengas o no historial de enfermedades del corazón en tu familia. El riesgo también existe si no fumas pero estás en presencia constante de fumadores.
  • Colesterol alto
    El colesterol es una sustancia que se encuentra en las grasas y, si bien es necesaria para producir células, el exceso de colesterol trae complicaciones cardiacas, ya que pueden obstruir los vasos sanguíneos, dificultando que la sangre fluya a través de las arterias.
  • Presión sanguínea alta
    Si tu presión sanguínea es alta, las paredes de tus arterias se esfuerzan más por pasar altas cantidades de sangre. No conlleva síntomas obvios, por lo que la única forma de detectarla es revisar la presión sanguínea directamente con el doctor.
  • Falta de actividad física
    La inactividad es causa de una frecuencia cardiaca alta, lo que significa que el corazón debe bobear con mayor fuerza, poniendo más presión en las arterias. Desde 30 minutos de ejercicio al día pueden ser suficientes para revertir esta condición, pero es importante consultar al médico y pedirle su opinión.
  • Sobrepeso
    El exceso de peso (que generalmente se combina con inactividad física) hace que el corazón tenga que trabajar más, ya que la sangre tiene que circular más para abarcar todo el cuerpo.
  • Diabetes
    Aproximadamente 75% de los individuos con diabetes mueren por causa de un ataque al corazón, por lo que es de suma importancia monitorear los niveles de azúcar.
  • Estrés
    El estrés suele estar ligado a las enfermedades cardiacas, sobre todo porque muchas personas con estrés recurren al cigarro para reducirlo.
  • Alcohol
    El consumo en exceso de alcohol eleva la presión sanguínea, la obesidad y, por tanto, las probabilidades de una enfermedad cardiaca.

 

Factores de riesgo que no puedes controlar

 

  • Edad
    La mayor parte de la gente que muere por complicaciones del corazón cruza los 65 años de edad.
  • Género
    Los hombres tienen un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardiacas que las mujeres.
  • Historia familiar
    Si hay un historial de enfermedades cardiovasculares o del corazón en tu familia, tu riesgo también aumenta.
  • Población
    Las poblaciones negras tienen mayor riesgo de enfermedades del corazón que las poblaciones caucásicas, por ejemplo.

 

¿Existe historial de enfermedades cardiacas en tu familia?

 

Si tienes uno o más de los factores de riesgo que no puedes cambiar, es mucho más importante enfocarse en aquellos que sí están en tu control. Si tienes dudas o necesitas guía sobre cómo llevar tu vida para evitar un ataque al corazón, consulta a tu médico.