Cuando se trata del corazón, el estrés es un componente que nunca debe ignorarse. Activa la amígdala (el centro de miedo del cerebro), lo que resulta en inflamación arterial y otras condiciones, que pueden resultar en un ataque al corazón. Hace cientos o miles de años, el estrés funcionaba como una respuesta biológica a amenazas importantes, pero hoy en día actividades comunes y corrientes como el tráfico, el trabajo o la escuela pueden provocar altos índices de estrés.

En última instancia, el estrés es un proceso biológico, físico y tangible, pero puede mantenerse bajo control con simples técnicas mentales que ayuden al cerebro a desestresarse y así evitar un ataque cardiaco.

Desvincúlate

No puedes simplemente “apagar” el estrés sin tener certeza de qué es lo que lo está causando. ¿Es el trabajo? ¿Es una relación? ¿Problemas de dinero o del hogar? Practica el desvincularte de la situación que te preocupa y date el tiempo de tomar un respiro. Considera bien qué es lo que está en tu control (lo que piensas, lo que haces) y qué es lo que no está en tu control (todo lo demás), y ocúpate sólo de lo primero.

Medita

La meditación se ha usado desde tiempos ancestrales como un método efectivo para relajar la mente y el cuerpo. Enfocar tus pensamientos en las sensaciones más superficiales y respirar puede reducir el riesgo de enfermedades cardiacas.

Administra tu positivismo

Actualmente existe una cultura del pensamiento positivo que suele ser engañosa y peligrosa, pues pone la responsabilidad del éxito de cada persona en su supuesta capacidad de desear con suficiente fuerza. Olvídate de eso. Administrar tu positivismo se refiera a encontrar alegría, placer y tranquilidad en las cosas que ya tienes para mejorar tu perspectiva de las cosas. Elementos que puedes encontrar en la filosofía estoica y el budismo.

Haz ejercicio

El ejercicio y la meditación tienen algo en común: ambas eran actividades “obligatorias” para nuestros ancestros nómadas (y todavía lo son para nuestros parientes más cercanos como el gorila y el chimpancé). El ejercicio libera endorfinas que mejoran tu estado de ánimo y te ayudan a ver más soluciones ante los diferentes desafíos de la vida.

Consiéntete

No pierdas la oportunidad de regalarte tiempo para consentirte con tu música favorita, un masaje o un baño relajante. El día tiene 24 horas y sin duda puedes encontrar una o dos que sean sólo para ti.

Visita a tu médico

Existen muchas formas de reducir el estrés y mantener tu corazón saludable, pero si tienes dolores de pecho o sospechas que pudieras tener alguna condición cardiaca, no dudes en visitar a tu médico y solicitar consejo y asesoría. Él o ella sabrá qué es lo más conveniente de acuerdo con tu historial.