30 Jul Tus emociones también afectan tu corazón
Cuando se habla de mantener el corazón saludable, generalmente salen a flote temas como la actividad física, dietas, el tabaco y el alcohol. Sin duda, todos estos aspectos son fundamentales para mantener a raya la presión arterial alta o los ataques al corazón. Sin embargo, la actitud, las emociones y el marco de pensamiento también tienen una influencia importante sobre tu salud, ya que no sólo pueden acelerar el avance de tu enfermedad, sino que efectivamente pueden prevenirte de tomar medidas o acciones positivas para sanar.
Reconoce lo que puedes cambiar y lo que no
Es fácil recomendar un estilo de vida saludable, pero es más difícil llevarla a cabo, sobre todo cuando hay que lidiar con aspectos que simplemente no se pueden cambiar, como la edad, el sexo o la genética y la historia familiar. Hacer los cambios necesarios como dejar de comer cosas que nos gustan, encontrar tiempo para ejercitarnos o tomar medicina regularmente, puede parecer una tarea titánica.
Para lograr estos cambios es necesario entender qué está en nuestro control (nuestras acciones) y qué no (todo lo demás). La vida es el equilibrio que logras entre lo que tú quieres y lo que la vida te arroja, por lo que debes afrontar el desafío con un correcto marco de pensamiento.
Existen corrientes filosóficas como el estoicismo o el budismo que pueden ayudarte a encontrar el centro que necesitas para hacer los cambios que tu corazón requiere.
Vigila tus niveles de estrés
Antes el estrés se vinculaba más con el estilo de vida de las grandes ciudades, pero hoy es un problema generalizado que se extiende a muchas partes del mundo. El estrés prolongado debido a presiones en el trabajo o el hogar pueden contribuir a aumentar tu presión sanguínea, provocando problemas en tu corazón.
Hay quienes usan el estrés como catalizador para tomar acción, pero los estudios demuestran que si el estrés te vuelve irritable, es más probable que puedas tener un ataque o enfermedad en el corazón. En algunas personas, incluso, el estrés puede ser un factor de riesgo más alto que el tabaco o el alcohol.
El demonio de la depresión
Ya sea por aspectos químicos (internos) o experiencias desagradables (externos), la depresión es un mal que no debe ignorarse, ya que la sensación de soledad y desesperanza que se asocian a la depresión pueden causar que una persona se aísle o pierda la sensación de propósito. Situación que se agudiza cuando la depresión alcanza niveles clínicos.
Si tú o algún familiar pasa por una enfermedad cardiovascular y tiene emociones depresivas es necesario atenderlas inmediatamente. Acércate a un profesional de la salud mental para recibir el apoyo y guía que necesitas tú o tu familiar para salir adelante.
¿Qué se puede hacer?
Ninguna enfermedad existe sin complicaciones y las enfermedades cardiovasculares no son diferentes. Por eso es importante que sigas estos consejos para desarrollar un buen marco de pensamiento y de emociones:
- Consulta la opinión de los expertos, especialmente tu doctor.
- Evita tratamientos que no tengan validez científica, especialmente si pueden poner en peligro tu salud.
- Enfócate en un problema a la vez.
- Si tienes soledad o tristeza por más de dos semanas, consulta a un experto en salud mental.
- Identifica fuentes de estrés y determina la mejor forma de administrarlas.