Desde la infancia se nos enseña que el agua es muy importante para nuestro cuerpo y para toda la vida como la conocemos, en general. La deshidratación es una condición que puede tener repercusiones severas en varias funciones del cuerpo, incluyendo el corazón.

Mantente siempre hidratado

¿Qué significa estar hidratado? Es muy sencillo. Se trata de que tomes más agua de la que tu cuerpo pierde, ya sea por sudor, orina, fiebre o alguna enfermedad. La deshidratación afecta muchos órganos y funciones de tu cuerpo. El volumen de tu sangre es menor cuando tu cuerpo está deshidratado, lo que obliga a tu corazón a trabajar más rápido para compensar.

Además, cuando estás deshidratado, la sangre retiene más sodio (proveniente mayormente de la sal) haciendo tu sangre más espesa y más difícil de transportar por tu cuerpo. Suma esto al problema anterior y puedes ver por qué la deshidratación puede ser terrible para tu corazón y tu salud.

¿Cuáles son los síntomas de deshidratación?

Las personas mayores, personas con enfermedades crónicas, los niños y atletas son los que están en mayor peligro de deshidratación, y los síntomas son:

• Sed
• Bosca seca o pegajosa
• Poca orina
• Orina color amarillo oscuro
• Dolores de cabeza
• Calambres

Si la deshidratación es muy severa, estos son los síntomas:

• Falta de orina
• Orina muy oscura
• Piel seca
• Ojos hundidos
• Confusión o irritabilidad
• Mareos
• Ritmo cardiaco alto
• Respiración agitada
• Delirio
• Inconciencia

¿Cómo puedo prevenir la deshidratación?

Para recuperar el agua perdida durante el curso de nuestros días es importante beber agua y comer alimentos que contengan agua. La recomendación promedio es 2.7 litros diarios para mujeres y 3.7 litros diarios para hombres, pero es importante consultar a tu médico para establecer cuánta agua deberías tomar de acuerdo con las necesidades específicas de tu cuerpo.

El agua es el químico más importante de tu cuerpo, por lo que no debes desdeñar las recomendaciones que aquí te hacemos.