Los jugos de fruta naturales, ¿son realmente saludables?

Aunque en las últimas décadas se han hecho grandes avances para concientizar a la población sobre el riesgo a la salud que representan las bebidas azucaradas como refrescos, bebidas energéticas y otras, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda no consumir más de 25 g de azúcar diaria, ya que el exceso puede provocar problemas de obesidad, diabetes y, por supuesto, enfermedades del corazón.

 

Lamentablemente, la fuerza de hábito o los engranes socio-económicos de diferentes países no han logrado reducir el consumo de este tipo de bebidas. Un estudio realizado por la Universidad de Tufts, en Massachusetts, demostró que, por el contrario, América Latina es la región que más bebidas azucaradas consume, con México liderando el grupo con un consumo diario promedio de 500 ml por persona.

 

Pero existe otro problema. Tradicionalmente, los jugos de frutas 100% naturales no se incluyen en la categoría de bebidas azucaradas, ya que tienen azúcares naturales en lugar de añadidas. Esto ha hecho que muchas personas que sí escuchan las advertencias de la OMS recurran a los jugos de fruta natural como una alternativa a refrescos, tés y otras bebidas. Sin embargo, el azúcar de los jugos de fruta es idéntica al azúcar de las bebidas endulzadas artificialmente (glucosa y fructosa) y están presentes en cantidades similares.

Falacia de apelación a la naturaleza

 

Una apelación a la naturaleza es un argumento que sugiere que todo aquello que es natural es “bueno”, o bien que todo aquello que no es natural, es “malo”. Esto es una falacia, ya que existen numerosos ejemplos de cosas que naturalmente son peligrosas para los humanos, incluidas enfermedades, frutos venenosos, químicos y toxinas presentes en frutas… incluso el agua puede ser sumamente peligrosa si se consume en cantidades excesivas.

 

Para muchas personas es fácil caer en esta falacia de forma honesta, ya sea por falta de educación científica, una sobre simplificación de la realidad o la manipulación de grupos que esparcen miedo generalmente con fines comerciales, como los movimientos que promueven alimentos orgánicos y atacan a aquellos genéticamente modificados (y que no mencionan que la siembra de alimentos orgánicos es más ineficiente y dañina para el medio ambiente que su contraparte genéticamente modificada).

 

Los jugos de frutas naturales, por tanto, suelen salvarse del escrutinio público ya que son “naturales”.

 

La relación entre jugos de frutas naturales y enfermedades cardiovasculares

 

La relación entre las bebidas azucaradas (incluyendo jugos de frutas naturales) se analizó en un estudio publicado en JAMMA, donde se revisaron los hábitos alimenticios de más de 13,000 participantes descubrió que aquellas personas que consumen más de 10% de calorías diarias de azúcar (incluyendo jugo de fruta natural) tienen 44% más riesgo de morir por enfermedad cardiaca. Al dividir el tipo de bebida, el estudio arrojó que el riesgo de muerte por enfermedad del corazón es de 11% por cada 355 ml de bebida con azúcar añadida y de 24% por cada 355 ml de juego 100% natural.

 

Todo con medida

 

Esto no quiere decir que los jugos de frutas naturales sean “malos” para la salud. Como cualquier otro aspecto de la realidad, la relación entre lo que comemos y nuestra salud es mucho más compleja de lo que quisiéramos. Se ha sabido por mucho tiempo, por ejemplo, que el consumo de frutas está asociado un menor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Un estudio en Holanda realizado a más de 30,000 personas encontró que las personas que consumen cantidades moderadas de jugo de fruta (150 ml diarios) tenían 17% menos probabilidad de enfermarse del corazón, pero este efecto “protector” se desvanecía con mayor consumo de jugo (más de 8 vasos de jugo de fruta natural a la semana), lo que sugiere que la ventana de consumo saludable es muy pequeña.

 

Una vida saludable no termina o empieza por lo que consumes

 

Todos los elementos de tu vida son importantes para llevar una vida saludable. No es sólo la cantidad de bebidas azucaradas o jugos naturales que consumas, sino también cuánto ejercicio haces, cuántas horas duermes, cómo lidias con presiones de la vida diaria, etc.

 

Consulta a tu médico para obtener las mejores recomendaciones sobre cómo empezar a poner en orden tu vida, tu salud y la salud de tu corazón.